jueves, 2 de febrero de 2012

Noche tormentosa, Atlanta-Orlando.

Os cuento mi experiencia a bordo de un 757-200 de Delta, hace aproximadamente año y medio.
Era de noche y nos disponíamos a despegar de Atlanta hacia Orlando en un 752 de Delta, la carrera de despegue cortísima, mientras caían algunas gotas que presagiaban lo que vendría después.
Mientras ascendemos el avión se mete en una nube, mirando por la ventana, solo se ve un cortina de agua que entra ferozmente en el motor.
Por megafonía indican algo, en un inglés americano imposible de entender, entonces la gente se agarra a sus asientos y los motores del Boeing dejan de rugir, no estaban apagados, estaban al ralentí, pero esto hizo que cundiera el pánico. El avión se mantuvo durante diez minutos así y después ascendimos de nuevo, esta vez con poco lluvia. Jamás olvidaré mis manos sudadas y esas luces stroboscópicas dandole un tono dramático a la situación.
Nunca lo había pasada tan bien y tan mal dentro de un avión.

Esta ha sido sin duda mi experiencia mas extrema en un avión, aunque lo mas satisfactorio de una experiencia complicada, es que está todo controlado y previsto.
Dejo algunas fotos que pude tomar antes de embarcar:











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